¿Necesitas redactar un contrato? ¿Tienes problemas con tu casero o con tu inquilino? ¿Has comprado una vivienda sobre plano y no sabes nada de la constructora? ¿Te ha llegado una reclamación de una deuda que no te corresponde? ¿Quieres reclamar a tu banco por una cláusula abusiva? ¿Has pagado una reforma y te han dejado con la obra a medias o mal ejecutada?
De todas las ramas del Derecho, el denominado Derecho Civil es probablemente el más importante, por ser el más extendido al ser la consecuencia directa de las relaciones privadas de las personas, de su vida diaria.
Dentro de esta materia, nuestro despacho tiene amplia experiencia en asesoramiento, redacción y revisión de contratos, y reclamaciones judiciales.
En cualquiera de los casos de Derecho Civil, le propondremos la solución más práctica y efectiva, así como le informaremos de la viabilidad del asunto, si así fuese el caso, puesto que lo contrario sería perjudicial tanto para usted como para nosotros, ya que, si usted pierde, también perdemos en este despacho.
Lo más importante es verificar que el supuesto vendedor es realmente el titular de la vivienda, que no tenga cargas, verificar que la situación urbanística es correcta, (ej. que no me vendan como vivienda un loft que luego resulte tener autorización administrativa solo como local), que su situación fiscal esté actualizada (que esté al corriente de pago del IBI, tasa de basuras, o similares) y que no tenga deudas con la comunidad de propietarios, ni que tenga aprobada una derrama de la que el vendedor no me haya hablado. Si se tratase de una compra sobre plano, sería conveniente verificar la solvencia de la constructora promotora, y el cumplimiento de todas las obligaciones legales (aval que garantice las cantidades adelantadas por los compradores, etc.)
Es una última oportunidad que la ley otorga al inquilino demandado por no haber pagado las rentas del alquiler para que, si se pone al día, se paralice el desahucio judicial. El inquilino sólo podrá acogerse a esta gracia una única vez, si volviera a incumplir sus obligaciones de pago de la renta, en un segundo proceso, ya no podría evitar el desahucio poniéndose al día en el pago del alquiler.
Es una absoluta temeridad suscribir cualquier tipo de contrato sobre la base de un modelo obtenido de internet, si no puede verificar que quien lo ofrece es un abogado ejerciente. Sin un abogado que lo avale, no existe garantía alguna de que la redacción que se encuentra en la red sea ajustada a la ley en ese momento vigente, y no sólo puede estar obsoleto, sino también incluir cláusulas abusivas que pueden hacer incurrir en responsabilidad a cualquiera de los contratantes. Tampoco se ajustará a la situación concreta de quien se descargue el documento, puesto que son meras plantillas que no regularán todas las cuestiones que puedan surgir entre los contratantes, y lo no regulado es una fuente de problemas con la otra parte. La prevención de conflictos es la mayor labor que un abogado realiza a la hora de redactar un contrato para su cliente, así como adaptarlo a sus necesidades y garantizar que se respeten todos sus derechos.
Los documentos habitualmente necesarios para presentar la demanda son: la escritura de hipoteca, la factura de la gestoría, la factura de la notaría, la factura del registro de la propiedad y la factura o recibo de la tasación de la vivienda. También será necesario un Poder General para Pleitos cuyos datos facilitaremos en el despacho al cliente para que solo tenga que ir con ellos a la notaría con objeto que se lo emitan.