En VACELAR ABOGADOS hemos llevado, y llevamos, muchos casos penales, algunos de los cuales han sido de gran importancia.
No hay palabras que definan la importancia de los procesos penales por las cuestiones que están en juego, situaciones desagradables que necesitan una defensa contundente y acorde con la complejidad de las instrucciones penales.
Llevamos tanto la defensa de imputados como la defensa de los perjudicados, ejerciendo las acusaciones particulares en esos casos.
Al ser el Derecho de Familia uno de nuestros pilares, nuestros socios son titulados especializados en delitos de VIOLENCIA DE GÉNERO, y goza de más de una década de experiencia en la dirección de este tipo de procedimientos, así como en los demás delitos de VIOLENCIA DOMÉSTICA.
De nuestro trabajo en la materia, destacamos las siguientes actuaciones:
Siempre que una persona sea detenida por la policía o sea investigada por la comisión de un delito necesitará un abogado que le defienda. En el caso de ser víctima de delito, es opcional, ya que puede ejercer la acusación el Ministerio Fiscal, aunque para una defensa personalizada siempre será necesaria la presencia de un abogado que ostente la acusación particular. En el caso de delitos leves no es preceptiva la intervención de abogado, pero sí muy recomendable, puesto que dichos delitos pueden conllevar penas de multa severas, y lo adecuado es disponer de la mejor defensa posible, que solo puede darla un abogado penalista.
Basta con que comunique el nombre del abogado al agente policial encargado de su detención. Si no se conoce a un abogado, o el abogado no es localizado, se nombra a uno del turno de oficio. Todo detenido dispone de un abogado que garantice sus derechos durante la detención.
La retirada de la denuncia sólo produce por si sola el archivo del procedimiento en los delitos de injurias y calumnias, en el resto de casos el Ministerio Fiscal continuaría impulsando la acusación. No obstante, si la acusación retira la denuncia, y no declara; el Ministerio Fiscal, salvo que dispusiera de otras pruebas sólidas (testigos, periciales, etc.), no podrá continuar acusando, por lo que, en la práctica muchos procesos se archivan por retirada de la denuncia.
Ambos son delitos que se producen cuando agresor y agredido son familia. Son delitos de violencia de género los actos de violencia física o psíquica en los que el agresor es un hombre, y la víctima, una mujer con la que tiene o ha tenido una relación de pareja. Cuando se trata de violencia entre otro tipo de familiares, como sería la ejercida por un progenitor, sea hombre o mujer, hacia sus hijos; o de los hijos hacia sus padres, estaríamos ante un supuesto de violencia doméstica o intrafamiliar. Ambas categorías son duramente perseguidas por nuestro ordenamiento jurídico y en ambas se pueden solicitar medidas de protección como órdenes de alejamiento.
Lo primero es acudir a un lugar seguro y pedir ayuda, llamando al 112 o pidiéndoselo a cualquier otra persona que se encuentre. Es conveniente no lavarse, ni cambiarse de ropa hasta que los agentes de policía científica tomen todas las pruebas posibles que permitan la detención del agresor. Desde el 112 no sólo enviarán agentes para asistirle, sino también sanitarios. Los agentes le informarán de los pasos a seguir para formular denuncia. Es importante recordarse que el único culpable de un delito es su autor, nunca su víctima. Posteriormente, una vez esté a salvo y haya sido asistido por sanitarios, podrá acudir a un abogado para que le asesore sobre sus derechos y sobre cómo formular la acusación contra el agresor y cómo reclamar los daños y perjuicios sufridos.